miércoles, 8 de abril de 2015

DESARROLLO RURAL

DESARROLLO RURAL EN EL POS-CONFLICTO

Introducción:
El problema del  territorio en Colombia  se sintetiza en una expresión: hay una disputa por la tierra. Esta ya no es la clásica disputa entre campesinos y terratenientes que se vivía en los años 60 o 70; ahora involucra una multiplicidad de actores cuyos intereses y conflictos se han dado por las siguientes razones: 1) la tierra es un activo y un factor productivo muy importante en contextos como el colombiano, donde la ruralidad aún pesa; 2) es un medio de vida, expresa una cultura y es la base del desarrollo de las comunidades; 3) aún tiene un papel rentístico y especulativo importante, pero no es un bien de inversión; 4) la tierra ha sido utilizada como un instrumento de guerra a través del establecimiento de corredores estratégicos de tráfico de armas o de drogas, empleados por grupos armados ilegales ; 5) la tierra facilita el lavado de activos debido a que en el sector rural no hay tanto control como en el sector urbano, convirtiéndose en un bien atractivo para los narcotraficantes; 6) en Colombia la tierra sigue siendo un factor de poder político que se ejerce a través de la violencia; 7) su propiedad facilita la explotación de los recursos del subsuelo; 8) es un medio para controlar el agua y los recursos estratégicos de la biodiversidad; 9) es un instrumento para controlar el territorio y la soberanía y 10) la tierra es un elemento determinante para la seguridad alimentaria.

Análisis:
Como se menciono anteriormente Colombia posee un número importante de problemas en cuanto al territorio rural además ha asistido a un proceso de desinstitucionalizacion en el sector agropecuario, traducido en un abandono y descuido notable sobre el desarrollo rural, este abandono se ve reflejado en la falta de inversión y apoyo por parte del Estado al sector productivo rural.  Este abandono  ha tenido un peso enorme en la situación actual: un estado precario en el sector rural que ha sido desbordado por la problemática rural y la acción de actores armados en la ilegalidad. Esta desinstitucionalizacion es uno de los fenómenos más graves en la problemática rural, pues se ha presentado tanto en el sector público como en la sociedad civil. Los grupos armados que operan en la ilegalidad han desestructurado a las comunidades y sus organizaciones, han destruido capital social y han hecho perder la confianza en las instituciones públicas y en su capacidad de responder a las demandas de los pobladores, además de generar un desequilibrio en el sector rural debido a los múltiples desplazamientos que estos grupos han generado a lo largo del último siglo. Al lado, los gremios empresariales se han fortalecido, entre otras razones por los beneficios arbitrarios que el estado ha otorgado al desarrollo empresarial moderno de la agricultura y los incentivos de la inversión extranjera, donde esta inversión se ha hecho a ciertos sectores que no la necesitan generando un abandono a los sectores que en verdad lo necesitan que por lo general tienden a ser  corporaciones u organizaciones que hacen parte del sector rural lo cual ha generado que gran mayoría de los pequeños productores abandonen el sector rural lo cual tiene un gran problema a nivel nacional debido a la disminución de ciertos productos además de aumentar el porcentaje de desempleo en el país.
El desafío es triple: recuperar y reestructurar lo bueno que se destruyo durante el conflicto, replantear el campo institucional para el desarrollo rural en el proceso de transición del conflicto al pos conflicto y repensar la institucionalidad para una ruralidad globalizada que debe encarar el desafío de mantenerse conservando las identidades existentes y las que puedan construirse socialmente en medio de la diversidad y la unidad social. El país no tiene una reflexión sistemática sobre el tipo de institucionalidad que requiere para una ruralidad con modernidad que opere en el marco de la democracia y la estabilización de las sociedades rurales, su empoderamiento y el combate a la ilegalidad.  Algunas recomendaciones para una propuesta de nueva institucionalidad y que no genere un abandono al sector rural puede ser en primer lugar fortalecer y desarrollar las capacidades de las secretarias de agricultura para que trabajen más por los territorios con base en criterios homogéneos respecto al concepto de territorio en base a esto se debe tener en cuenta la información de la calidad, ya sea en la producción y en los mercados y como prioridad en los procesos sociales rurales dando a conocer las limitaciones  y potencialidades  de las organizaciones sociales de las estructuras agrarias existentes por lo tanto la información es un instrumento esencial para la transformación de la institucionalidad rural, asi mismo es fundamental fortalecer el diseño de políticas públicas enfocadas al mayor conocimiento de la realidad y sus procesos, como otra recomendación se debe realizar una modernización productiva es decir la implementación de asistencias técnicas a nivel general, desarrollo de mercados, apoyos y subsidios, para mejorar la eficiencia de los productores y de tal manera que el sector rural colombiano se vuelva competitivo frente a los sectores de otros países. Como última recomendación es la creación de instituciones y mecanismos capaces de enfrentar los riesgos que tiene el sector rural frente a los cambios climáticos que últimamente se presentan.
En medio de la culminación de una agenda de paz, nos encontramos en un momento crucial para Colombia en el que el pos conflicto es una gran oportunidad para construir una nueva arquitectura del desarrollo rural.
Los retos no se hacen esperar y se deben asumir estrategias integrales que incluyan el mejoramiento de la productividad y competitividad y, por consiguiente, la generación de capital, derivada de las actividades agropecuarias. Igualmente es un desafío la inclusión activa de todos los actores rurales como parte esencial del engranaje económico del país y  como un factor clave para la superación de la pobreza y la inequidad en que viven millones de pobladores en zonas rurales.

martes, 7 de abril de 2015

Objetivos para una nueva ruralidad

Objetivos para una nueva ruralidad 



La reconstrucción de la ruralidad en este nuevo contexto de globalización y fragmentación es un imperativo social, no se trata sólo de producir más bienes agropecuarios y forestales, sino de trabajar en forma conjunta para que las sociedades puedan recuperar, a través de propuestas innovadoras, sus raíces y contribuir al equilibrio social y territorial de los países y las regiones más fragmentadas, en este blog  vamos a mostrar los pricipales objetivos  para llegar a la construccion de una nueva ruralidad, tomando bases de diferentes autores.




Desde que surgen las primeras ciudades, como forma de asentamiento humano, surge también una dicotomía urbano-rural. Lo urbano espacio de la ciudad y lo rural espacio del campo,a lo largo de la historia y según las culturas, han mantenido diversas relaciones; de complementación, de ignorancia mutua o de conflicto según la época y/o la región. Así a lo largo de la historia y en las distintas regiones las sociedades han construido “al otro”. Desde la ciudad a “lo rural” y desde el campo a “lo urbano”. en la actualidad tenemos que ver con un punto de vista diferente ya que los diferentes problemas socioeconomicos nos han llevado a esto, no solo en Colombia sino en todo el mundo. 


Frente a los nuevos desafíos que nos impone la globalización, es necesario también aprovechar los cambios que se están produciendo en el agro para superar los problemas endémicos que tiene el sector rural. La necesidad de aumentar la producción, la productividad y la seguridad alimentaria; el combate a la pobreza y la búsqueda de la equidad; la preservación del territorio y el rescate de los valores culturales; el desarrollo de una nueva cultura agrícola y rural que permita la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales.



Los objetivos de la Nueva Ruralidad.

Los fundamentos indicados son las premisas que sostienen la necesidad de producir avances en la construcción de una Nueva Ruralidad, la cual tiene como objetivos:
 A. El desarrollo humano como objetivo central del desarrollo.
 B. El fortalecimiento de la democracia y de la ciudadanía.
 C. El crecimiento económico con equidad.
 D. La sostenibilidad del desarrollo.
 E. El desarrollo rural sostenible más allá del enfoque compensatorio y asistencial. 
 F. El capital social como sustento de las estrategias de desarrollo. 

Entre los objetivos postulados señalamos de fundamental relevancia los aspectos sociales: “desarrollo humano” y “capital social” a los cuales se los menciona explícitamente y se los ubica en la base del concepto de “nueva ruralidad”.




Para poder lograr tener una “nuvea ruralidad” tenemos que hacer que mejoren las relaciones entre las personas, que se desarrolle un buen capital humano guiado hacia una meta, buscar nuevas formas de pensar y de actuar frente a un problema, buscando las soluciones adecuadas, dar un buen manejo y distribución a los recursos económicos como ambientales.






viernes, 3 de abril de 2015

La Nueva Ruralidad.

LA NUEVA RURALIDAD EN COLOMBIA Y EN AMÉRICA LATINA.


            ANTES...


...AHORA


Concepción de la nueva fuerza de trabajo en el campo:


En Colombia, la nueva ruralidad, o la concepción de ella, está tomando un nuevo auge como un desarrollo social, político y económico en igualdad de condiciones que opta por la asociación familiar, donde la fuerza de trabajo es la que hace posible el desarrollo sostenible de todos los miembros de la familia, es así, que nuevos modelos de economía familiar, generan asociaciones que posibilitan por la parte social, la consolidación de la familia, y retoman los valores y las tradiciones de la familia, por la parte económica, les otorga mayor solvencia, yy esto genera seguridad alimentaria, cosa que no pasaría en nuevos modelos capitalistas donde existe una inestabilidad sustancial de precios y mercados, dentro de la parte política, estas asociaciones, tienen una mayor organización que muy posiblemente le genera facilidades al gobierno para la generación de recursos en pro de la actividad realizada.
Es así, que la concepción de este nuevo modelo agrario en Colombia, tiene sus contradictores, y por otra, salen a resaltar sus posibilitadores sociales a favor de esta nueva ruralidad. Muchos de los jóvenes “campesinos”, o, que se han desarrollado en este ámbito, no están tan seguros de querer seguir viviendo inmersos en este mundo, porque quizá no le resulta atractivo debido a la discriminación de las cuales han sido participes y las escazas o casi nulas oportunidades que han tenido de progresar dentro de su núcleo familiar.









El reto de cambiar la realidad del campo en Colombia y américa latina.


La idea moderna del desarrollo o del progreso de las sociedades se encuentra en la base de la visión tradicional dicotómica sobre lo rural-urbano. Las formulaciones de la economía clásica en el siglo XVIII concebían el progreso como el tránsito de lo rural hacia lo urbano, de lo agrícola a lo industrial, de lo atrasado a lo moderno. Esta concepción del progreso situaba al sector industrial en el centro del desarrollo económico y de la transformación estructural de las sociedades, mientras que el sector agrícola debía de ajustarse pasivamente en función de las demandas industriales y urbanas, asumiendo un comportamiento meramente residual. Así, el grado de urbanización de las sociedades llegó a identificarse como sinónimo de desarrollo, lo que significó la valorización-desvalorización de lo urbano-rural en diversos ámbitos de la vida moderna.


La migración campo-ciudad sigue siendo alta en América Latina como consecuencia del modelo de desarrollo vigente y agravada, en algunos países, por catástrofes naturales (inundaciones, sequías, terremotos) o por problemas de violencia e inestabilidad política, como es el caso de El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Colombia, Bolivia, Perú, Ecuador y Venezuela, entre otros. Fenómenos como el narcotráfico y la permanencia de los cultivos ilícitos en la región han producido desplazamientos forzados de los pobladores rurales, de lo cual es un claro ejemplo Colombia, que registra cifras cercanas a los tres millones de desplazados por causa de la violencia, en los últimos años.




El reto principal de los líderes gubernamentales en la sociedad.







En la mayoría de las regiones del país y del continente  persisten las deficiencias en disponibilidad, adecuación y calidad de la infraestructura y la conectividad. En estas condiciones el acceso a los mercados y a los bienes y servicios públicos en general es bastante difícil para una gran parte de los habitantes rurales y por tanto sus posibilidades de desarrollo siguen en desventaja con las de los habitantes urbanos Hay una enorme diferencia entre los países desarrollados y nuestro continente en la disponibilidad de kilómetros de carreteras, vías pavimentadas y ferrovías.
Por su parte, el número de suscriptores a teléfonos celulares por cada cien mil habitantes, en la comunidad andina, no supera las dos cifras con excepción de Venezuela con 217; mientras Bolivia tiene 70; Colombia 53; Perú 50 y Ecuador 38. En los países del MERCOSUR la proporción es más alta con más de 132 suscriptores por cada cien mil habitantes. Hay múltiples estudios que muestran que una gran proporción de las líneas telefónicas en América Latina se utiliza sólo como comunicación privada y hay vastas regiones en donde aún es imposible el acceso a Internet y a telefonía celular, lo cual limita las posibilidades de conectividad en todos los sentidos, pero de manera especial la conexión a mercados y el acceso a tecnología e información.



La inequidad económica creciente (clases altas y bajas).

Una de las características más preocupantes del sector rural, no solo en Colombia, sino en general el sector latinoamericano es la creciente pobreza y la profundización de las desigualdades económicas y sociales. Uno de los elementos más contrastantes frente al tema de la pobreza en la región es el de la gran concentración de ingresos en pocas manos, pues el 5% de quienes reciben los mayores ingresos percibe 75 veces más de ingreso, en promedio, que el 5% de los que tienen menores ingresos. El nuevo modelo de desarrollo en vez de corregir estas desigualdades ha contribuido a su reforzamiento pues según los resultados de un estudio presentado por el Banco Mundial donde la concentración del ingreso en la región no solo se ha mantenido sino que en algunos de los países se ha incrementado. En Colombia el 10% más rico de la población percibe 30 veces el ingreso del 10% más pobre. Y la pobreza rural asociada a la variable ingreso, muestra que cerca del 79.7% de la población rural no recibe ingresos suficientes para una canasta familiar mínima y, por tanto, se sitúa por debajo de la línea de pobreza. El 45.9% de la población pobre rural se ubica en la categoría de indigente, es decir, en pobreza extrema. Por otra parte, la pobreza y la desigualdad en la región tienen otros sesgos como son la raza, la etnia y el género. Las comunidades indígenas y las afrolatinas viven “en considerable desventaja respecto de los blancos”.



Tenencia de tierras (brecha entre  la superación de la sociedad).

Colombia es un claro ejemplo de la ineficacia de las reformas agrarias emprendidas a finales de la década de los setenta en el continente. No se ha producido la redistribución equitativa de la tierra, sino que la concentración de la propiedad es cada vez mayor, debido a la recomposición del latifundio ganadero y a la compra de tierras por parte de los narcotraficantes y los grupos armados ilegales. En gran medida el conflicto armado en Colombia tiene su origen y permanencia en procesos de lucha por la tierra, en especial en algunas regiones del país. El desplazamiento forzado de campesinos y propietarios rurales es apenas una manifestación de este fenómeno.




Asociación de procesos para la nueva ruralidad en Colombia y américa latina.

La nueva ruralidad se asocia con procesos de democratización local de mayor valoración de los recursos propios, tanto de los humanos como de los recursos naturales. También implica la búsqueda de la superación de los conflictos socio políticos que dificultan el avance y el bienestar general de las sociedades rurales. Así mismo, plantea la necesidad de concertación entre los diferentes actores para la búsqueda del bien común e implica la valoración o creación de mecanismos de participación y control de los procesos de desarrollo. Otro de los aportes de la nueva ruralidad es la búsqueda de la re valorización de lo rural, rompiendo el mito de que lo rural solo representa lo atrasado y lo no deseable en una visión de progreso y desarrollo. La persistencia de fenómenos como la pobreza, la concentración de la tenencia de la tierra y de los ingresos, de la importancia de la agricultura y la dependencia de la exportación de bienes primarios en el continente latinoamericano, no impide las transformaciones de las que hemos hablado y es por eso que creemos que estamos frente al desarrollo de una nueva ruralidad en América Latina.


...Para mas informacion.

https://www.youtube.com/watch?v=BRSy0aSBt1c

https://www.youtube.com/watch?v=wBV5pbJm1-s

https://www.youtube.com/watch?v=QpxoPlNwPQM




Desarrollo del subdesarrollo o nueva ruralidad para Colombia. Cartografías del desarrollo rural



El sector rural ha sido determinado por un proceso histórico caracterizado por instituciones políticas poco democráticas, que han definido un desarrollo desequilibrado marginador del sector rural al fundamentarse en una visión limitada y esencialmente economicista, que ha buscado el crecimiento económico como estrategia para superar la pobreza y el atraso social, desconociendo las múltiples dimensiones y la complejidad de lo rural. Frente a la inmensa crisis del sector rural y la creciente necesidad de diseñar nuevas capacidades en su construcción, surge el enfoque de la nueva ruralidad. Esta propuesta plantea una comprensión de la ruralidad que supere la visión productivista y el dualismo rural urbano, con el fin de captar las múltiples dimensiones del desarrollo humano, fundamentadas en el enfoque territorial, en un desarrollo institucional coherente y en la defensa de la cultura. Este artículo presenta una revisión histórica de la agricultura en Colombia y de los fundamentos económicos y políticos en los modelos de desarrollo rural en su evolución hasta el enfoque de la nueva ruralidad.


                                     


 crecimiento agrícola sin desarrollo 



A partir de 1950, dos modelos claramente definidos han marcado el diseño de las políticas agrarias en Colombia. El primero, en el periodo de 1950 a 1990, conocido como modelo de sustitución de importaciones, ideológicamente fundamentado en el enfoque estructuralista y conducido bajo la égida de la Comisión Económica para América Latina (Cepal). El segundo modelo, conocido como “modelo de apertura económica”, rige desde 1990, y está fundamentado en los principios neoliberales estipulados en el Consenso de Washington. Según el enfoque estructuralista, las causas del subdesarrollo en Latinoamérica tenían sus orígenes en factores endógenos estructurales, responsables de una oferta insuficiente y, por la tanto, la intervención del Estado era fundamental para lograr el desarrollo. En la década de los ochenta, la crisis de la deuda en América Latina y los pobres resultados del modelo cepalino generaron fuertes críticas desde la visión neoliberal que imperaba en Inglaterra y Estados Unidos, bajo las reformas lideradas por Margaret Thatcher y Ronald Reagan. En Colombia, las reformas neoliberales se iniciaron con rigor a partir de 1990, fundamentadas en la reducción de la intervención del Estado, bajo el imperativo de que la demanda y el libre mercado debían guiar, como con una “mano invisible”, la senda del desarrollo. Después de la segunda posguerra, Colombia era todavía un país eminentemente agrícola. El 40% del PIB y el 55% de la mano de obra provenían del sector agropecuario. El café y las ganaderías extensivas eran las actividades predominantes, mientras la base campesina se fundamentaba en actividades de autoconsumo. La concentración de la tierra era excesiva y la del ingreso también.2 En 1950, cerca del 40% de la población era analfabeta (Ministerio de Agricultura y Presidencia de la República, 2001). El crecimiento económico que había comenzado bien en el primer cuarto del siglo XX, se había desacelerado en el segundo cuarto, finalizando en una situación de pobreza extrema principalmente en las zonas rurales, y de desequilibrios regionales que derivaron en el conflicto que aún hoy persiste en la sociedad colombiana.


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La nueva concepción de lo rural


Las nuevas relaciones urbano - rurales descritas sirven de contexto a un proceso en el cual se aprecia el declive de los sectores primario y secundario y la consolidación de la terciarización con nuevos significados económicos y sociales. Se entiende entonces que lo rural, ya no es exclusivamente equivalente a lo agrícola, mientras que lo agrícola no es exclusivamente la producción primaria.

                                      



La necesidad de una nueva Ruralidad.


 Frente a los nuevos desafíos que nos impone la globalización, es necesario también aprovechar los cambios que se están produciendo en el agro para superar los problemas endémicos que tiene el sector rural. La necesidad de aumentar la producción, la productividad y la seguridad alimentaria; el combate a la pobreza y la búsqueda de la equidad; la preservación del territorio y el rescate de los valores culturales; el desarrollo de una nueva cultura agrícola y rural que permita la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales; el aumento de los niveles de participación para fortalecer el desarrollo democrático y la ciudadanía rural y el desarrollo de acciones afirmativas para viabilizar y apoyar la participación de las mujeres, habitantes de los primeros pueblos (indígenas) y jóvenes, en el desarrollo nacional desde lo rural (IICA, 2000), son algunos 6 de los objetivos preconizados por esta Nueva Ruralidad desde algunos organismos internacionales.


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para mas información buscar en

  1. http://revistas.lasalle.edu.co/index.php/ls/article/view/517
  2. http://www.fagro.edu.uy/~ccss1/Libro_El%20campo%20uruguayo/03-La%20sociedad%20rural%20y%20la%20nueva%20ruralidad.pdf
  3. http://nccr-ns.epfl.ch/autres_rech/pdf/equateur_chap_1.pdf
Objetivos para una nueva ruralidad 



La reconstrucción de la ruralidad en este nuevo contexto de globalización y fragmentación es un imperativo social, no se trata sólo de producir más bienes agropecuarios y forestales, sino de trabajar en forma conjunta para que las sociedades puedan recuperar, a través de propuestas innovadoras, sus raíces y contribuir al equilibrio social y territorial de los países y las regiones más fragmentadas, en este blog  vamos a mostrar los pricipales objetivos  para llegar a la construccion de una nueva ruralidad, tomando bases de diferentes autores.




Desde que surgen las primeras ciudades, como forma de asentamiento humano, surge también una dicotomía urbano-rural. Lo urbano espacio de la ciudad y lo rural espacio del campo,a lo largo de la historia y según las culturas, han mantenido diversas relaciones; de complementación, de ignorancia mutua o de conflicto según la época y/o la región. Así a lo largo de la historia y en las distintas regiones las sociedades han construido “al otro”. Desde la ciudad a “lo rural” y desde el campo a “lo urbano”. en la actualidad tenemos que ver con un punto de vista diferente ya que los diferentes problemas socioeconomicos nos han llevado a esto, no solo en Colombia sino en todo el mundo. 


Frente a los nuevos desafíos que nos impone la globalización, es necesario también aprovechar los cambios que se están produciendo en el agro para superar los problemas endémicos que tiene el sector rural. La necesidad de aumentar la producción, la productividad y la seguridad alimentaria; el combate a la pobreza y la búsqueda de la equidad; la preservación del territorio y el rescate de los valores culturales; el desarrollo de una nueva cultura agrícola y rural que permita la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales.



Los objetivos de la Nueva Ruralidad.

Los fundamentos indicados son las premisas que sostienen la necesidad de producir avances en la construcción de una Nueva Ruralidad, la cual tiene como objetivos:
 A. El desarrollo humano como objetivo central del desarrollo.
 B. El fortalecimiento de la democracia y de la ciudadanía.
 C. El crecimiento económico con equidad.
 D. La sostenibilidad del desarrollo.
 E. El desarrollo rural sostenible más allá del enfoque compensatorio y asistencial. 
 F. El capital social como sustento de las estrategias de desarrollo. 

Entre los objetivos postulados señalamos de fundamental relevancia los aspectos sociales: “desarrollo humano” y “capital social” a los cuales se los menciona explícitamente y se los ubica en la base del concepto de “nueva ruralidad”.




Para poder lograr tener una “nuvea ruralidad” tenemos que hacer que mejoren las relaciones entre las personas, que se desarrolle un buen capital humano guiado hacia una meta, buscar nuevas formas de pensar y de actuar frente a un problema, buscando las soluciones adecuadas, dar un buen manejo y distribución a los recursos económicos como ambientales.

Referencias: Capítulo37/La sociedad rural y la nueva ruralidad.//Emilio Fernández